Natural = Químico

Natural no es más sano, más seguro ni menos químico

Según la Real Academia de la Lengua Española, la palabra natural se define como: »perteneciente o relativo a la naturaleza o conforme a la cualidad o propiedad de las cosas.»

Por tanto, como veis, la palabra natural no se refiere en ningún caso a la composición de algo, si no a su origen o procedencia. Natural es el agua, las plantas, los árboles; pero también la cicuta, las bacterias o los virus. ¿Por qué? Simplemente porque proceden de la naturaleza. Nada más.

Normalmente, cuando usamos la palabra ‘químico’ hacemos referencia a lo sintetizado en un laboratorio, y lo asociamos con algo bastante alejado de la naturaleza. Pero esto es trememendamente FALSO. Y es precisamente en esta idea en la que se basa la ‘quimiofobia’ (que, como su propio nombre indica, es la fobia a la química..).

Pero como el miedo viene fundado por lo irracional y lo desconocido, aquí os explico por qué dejar de tener miedo a todo lo que »no es natural».

Realmente, el decir que algo es químico es simplemente describir ese algo, ya que todo lo que nos rodea, independientemente de su procedencia es químico. Nosotros somos la suma de biología y química, somos bioquímica. ¿Aún no lo entiendes? Pues verás, absolutamente todas las cosas que nos rodean están formadas por átomos que a su vez forman moléculas, que se asocian formando estructuras más grandes. Y es más, ¿sabías que el organismo no es capaz de distinguir la procedencia de esas moléculas? Te dejo esta diapositiva para que lo veas con un ejemplo.

Si estuviéramos en un laboratorio y pudiésemos extraer la vitamina C de una fuente procedente de la naturaleza (aquí sí, natural), ésta vitamina C sería exactamente igual que la pudiésemos comprar a otro laboratorio que la sintetiza desde 0. Es la MISMA molécula. Por tanto, si queremos emplear esta vitamina C para algo en concreto (un cosmético, un antioxidante o un conservante), da igual de dónde la obtengamos: de la fruta o del laboratorio.

Es más… ¿os imagináis que toda la vitamina C empleada en cosméticos y en industria alimentaria y farmacéutica fuera extraída de la naturaleza? ¿Creéis que eso es respetuoso con el medio ambiente? No. Por eso, sintético o artificial tampoco es peor.

Los principios activos de los medicamentos, sean de origen natural (digoxina o taxol) o no, son también moléculas formadas por diferentes átomos. Los principios activos de las plantas medicinales, también. Por tanto, no tiene sentido hablar de natural o no natural ya que el organismo no puede distinguir si son de origen ‘natural’ o no; el organismo sólo ve moléculas y átomos.

Aquí me gustaría hacer una apreciación y es que cuando hablamos de NUTRICIÓN, la cosa puede cambiar. Si bien las moléculas que se encuentran en las materias primas y en los complementos nutricionales son iguales; no se puede aplicar la misma regla. ¿Por qué? En nutrición importan muchas más cosas que las moléculas en sí, y es cómo incorporamos esas moléculas en nuestra dieta. Por tanto, no es lo mismo obtener la vitamina C de una fruta entera que de un complemento multivitamínico. No porque las moléculas sean distintas, sino porque las vitaminas en las materias primas y alimentos vienen acompañadas de la matriz (lo que las rodea). Ésta matriz es importante en cuanto a propiedades nutricionales.

Espero que después de leer esto dejes de usar la palabra natural como sinónimo de sano, seguro como antónimo de químico. Te dejo esta frase de Grande Covián para visualizarlo aún más.

Homeopatía, ¿en qué se basa? ¿tiene realmente evidencia científica?

¡Hola a todos!

Uno de los objetivos de este espacio es rebatir argumentos y terapias que no han demostrado eficacia real. Una de estas terapias es la homeopatía. En este espacio explicaré en qué se basa la homeopatía, así como por qué sus argumentos están lejos de ser científicos.

Definición de homeopatía según SEMH

El concepto de homeopatía fue desarrollado por Samuel Christian Hahnemann, químico y médico alemán en 1808. Según la Sociedad Española de Medicina Homeopática, la homeopatía ‘es una técnica terapéutica basada en la observación clínica completa y rigurosa que conduce a la prescripción de medicamentos homeopáticos cuyas indicaciones proceden de una farmacología fundamentada por una constatación experimental que es la similitud‘. La fabricación de estos productos se realiza mediante dilución y agitación – afirmando los homeópatas que a más dilución y agitación, más efecto hace esta terapia

Vayamos por partes…

1. »A más dilución, más efecto»wait, what?

Para entender por qué éste principio es una falacia, hay que entender primero los conceptos básicos de la farmacología y farmacocinética.

Resumiendo: Cuando administramos un medicamento por vía oral, éste llega al estómago, después al intestino, y después de pasar por el hígado, se distribuye a toda la circulación sistémica, es decir, a la sangre. Si nos imaginamos el fármaco como una llave, una vez encuentra su cerradura, se une y abre esa ‘puerta’. Para que esto ocurra, es necesaria una determinada concentración de fármaco en sangre, que viene determinada por los estudios y el desarrollo que se han hecho en ese fármaco y que han llegado a la conclusión de que se necesita X cantidad de fármaco. 

En cuanto a concentraciones, las diluciones homeopáticas son del orden de 1 parte de compuesto diluida en 10.000 – sería una dilución 2C ; y puede haber diluciones de 30C! Como podréis imaginar, las concentraciones que se alcanzan en sangre a diluciones homeopáticas no son perceptibles por el organismo, no hay suficientes llaves para abrir esa puerta.

En este sentido, la homeopatía viola muy claramente las leyes más básicas de la farmacología, que no solo han sido probadas en el laboratorio durante años, si no que se han ido aplicando en todos los fármacos que hay en el mercado y sobre las que se basan todos los estudios y el desarrollo de estos.

Los productos homeopáticos suelen ser administrados por vía sublingual, lo que evita el primer paso por el hígado y pasan directamente a sangre, pero aún así, las concentraciones son tan ínfimas, que no son capaces de activar ninguna diana.

2. »Similar cura a lo similar…»

Según los homeópatas, compuestos que a dosis altas pueden producir síntomas, curarían enfermedades con estos mismos síntomas si los damos a dosis muy diluidas.

Para probar esto, Hahnemann se auto administró Cinchona, planta cuyo principio activo es la quinina (que hoy en día y, en aquel entonces, se usa para el tratamiento de la malaria. Tuvo fiebre, un síntoma característico de la malaria, y para él esto fue suficiente para probar que similar cura a lo similar. En realidad este experimento no pudo ser replicado, y seguramente esto se debiera a una reacción adversa de la propia quinina (una reacción inmunológica) que ya se ha descrito.

Quina o Cinchona officinalis

Creer que similar cura a lo similar es como asumir que un diabético se va a curar si le damos azúcar  ya que es el azúcar quien provoca sus síntomas… ¿qué te parece?. Esta teoría solo es cierta en la inmunización, en las vacunas, ya que exponemos al sistema inmune a un factor externo que lo estimula, pero de manera controlada. Además, curar los síntomas de una enfermedad no significa curar la enfermedad, y Hanemann solo habla de síntomas, no de origen.

3. »La memoria del agua… »

Si nos fijamos en la composición de un producto homeopático, nos daremos cuenta de que está formado por agua y sacarosa (según los homeópatas, como excipiente). Para explicar estas cantidades tan altas de agua, la homeopatía recurre a la llamada ‘memoria del agua’.

Según los homeópatas, el agua tendría la propiedad de acordarse de las propiedades terapéuticas de un determinado compuesto una vez que ha estado en contacto con él, relacionándolo con la agitación. Sin embargo, esto no se ha demostrado, sobre todo porque esto iría en contra de teorías científicas probadas, como la ley de masas; que establece que que las velocidades de las reacciones químicas son proporcionales a las concentraciones de los reactivos.  

Se demuestra que el agua no forma estructuras ordenadas que duren más de femtosegundos – y precisamente lo que los homeópatas dicen es que la forma de las moléculas quedan de alguna manera impresas en la estructura de las moléculas de agua.

Conclusión del estudio del Dr. Teixeira

Pero… ¿qué dicen los ensayos clínicos?

Resulta fácil entender por qué la homeopatía no cumple con los criterios científicos para tener una acción farmacológica, pero es importante realizar estudios clínicos, es decir, en personas; para comprobar su efecto.

Lo primero que hay que entender es cómo funcionan estos estudios clínicos. Se trata de comparar dos grupos homogéneos, uno será tratado con homeopatía y otro será tratado con un placebo. (Un placebo es un preparado – que normalmente es lo más parecido posible en cuanto a aspectos físicos al preparado que se está estudiando – que no posee un ingrediente activo, por lo tanto se utiliza como control para responder a la pregunta de: ¿Es posible que el efecto obtenido por tomarme algo sea sólo un efecto por sugestión?). Cabe destacar que se utiliza en TODOS los ensayos clínicos aleatorizados, y sin este grupo placebo no se consideran estudios bien realizados.

Una vez hemos entendido esto, podremos entender los resultados de los estudios. Por poner algunos ejemplos, en ninguno de estos tres estudios (5, 6, 7 – los puedes consultar en la bibliografía) se demuestra la eficacia de la homeopatía.

Pero es importante recalcar que no se pueden obtener conclusiones significativas sólo mirando 1, 2 o 3 ensayos clínicos. La evidencia científica aumenta conforme aumenta el número de ensayos clínicos estudiados. Para eso están los meta-análisis. Los meta-análisis son estudios comparativos cuyo objetivo es estudiar una cantidad de ensayos clínicos mayor. En concreto, os hablaré sobre un meta-análisis que fue publicado en la Revista The Lancet en el año 2005. (Es el número 8 de la lista de bibliografía) y lo realizaron un grupo de investigación que es experto en este tipo de comparaciones.

Según estos investigadores, no se puede negar que hay ensayos clínicos que están mal diseñados, tanto de homeopatía como de medicina. Lo que ocurre es que es difícil saber, si no te dedicas a ello, cuáles están bien realizados y cuáles no – esta es otra razón por la cual os decía que no se pueden sacar conclusiones de uno, dos o tres estudios.

Por tanto, este meta análisis estudió los errores en el diseño de 110 ensayos clínicos (EC) de medicina y 110 EC de homeopatía , y concluye que los sesgos están presentes en ambos grupos de estudios. ¿Cuál fue el siguiente paso? Tener en cuenta SOLO los estudios BIEN REALIZADOS, de ambos grupos, así, la evidencia científica será más potente.

¿Cuál fue la conclusión? Teniendo en cuenta los sesgos y los errores y descartando estos estudios, sigue sin haber evidencia científica de que la homeopatía tenga un efecto superior al placebo. Es decir, que, como os he comentado al principio, los efectos clínicos que se ven en personas que consumen este tipo de pseudoterapia se deben al efecto placebo. Lo vuelvo a definir con otras palabras.

El efecto placebo es el conjunto de síntomas que produce en una persona la administración de un placebo (supuesto medicamento o terapia) que reflejan un cambio positivo, y que no se deben a la acción directa de ninguno de estos.

Puedes consultar tú mismo la bibliografía:

1. Cukaci C, Freissmuth M, Mann C, Marti J, Sperl V. Against all odds-the persistent popularity of homeopathy. Wien Klin Wochenschr. 2020;132(9-10):232‐242. doi:10.1007/s00508-020-01624-x https://link.springer.com/article/10.1007/s00508-020-01624-x

2. Teixeira J. Can water possibly have a memory? A sceptical view.Homeopathy Volume 96, Issue 3, July 2007, Pages 158-162. https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S1475491607000550

3. Cowan, M., Bruner, B., Huse, N. et al. Ultrafast memory loss and energy redistribution in the hydrogen bond network of liquid H2O. Nature 434, 199–202 (2005). https://doi.org/10.1038/nature03383. https://www.nature.com/articles/nature03383#citeas

4. Nature (2007) doi:10.1038/news070806-6 https://www.nature.com/news/2007/070806/full/070806-6.html

5. Fernández-Llanio Comella N, Fernández Matilla M, Castellano Cuesta JA. Have complementary therapies demonstrated effectiveness in rheumatoid arthritis?. Reumatol Clin. 2016;12(3):151‐157. doi:10.1016/j.reuma.2015.10.011

6. P. Fisher, D. L. Scott, A randomized controlled trial of homeopathy in rheumatoid arthritis, Rheumatology, Volume 40, Issue 9, September 2001, Pages 1052–1055,

7. Paris A, Gonnet N, Chaussard C, et al. Effect of homeopathy on analgesic intake following knee ligament reconstruction: a phase III monocentre randomized placebo controlled study. Br J Clin Pharmacol. 2008;65(2):180‐187. doi:10.1111/j.1365-2125.2007.03008.x

8. Shang A, Huwiler-Müntener K, Nartey L, et al. Are the clinical effects of homoeopathy placebo effects? Comparative study of placebo-controlled trials of homoeopathy and allopathy. Lancet. 2005;366(9487):726‐732. doi:10.1016/S0140-6736(05)67177-2